Emily in Paris by Catherine Kalengula

Emily in Paris by Catherine Kalengula

autor:Catherine Kalengula [Kalengula, Catherine]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2022-12-21T23:00:00+00:00


Debería haberlo previsto: la suerte cambia. Y parece que al final mi amuleto de la suerte me ha traído mala suerte. Por la noche voy a tomar algo a la terraza de una cafetería. Después de este día de mierda en el que Sylvie y Julien no han vuelto a dirigirme la palabra, lo último que quiero es oír los «¡Oh, sí! ¡Oh, sí!» de Gabriel y Camille.

Mientras observo a una pareja de clientes en la que la mujer parece más mayor, un chico sentado a la mesa de al lado se dirige a mí.

—¿Crees que es su hijo o su amante? —me pregunta.

Giro la cabeza hacia él. Hum, no está mal, rollo intelectual. Aunque quizá solo da esta impresión por las gafas. También parece tranquilo. En cualquier caso, es muy mono.

—Oh, en realidad miraba si la ensalada César de verdad valía los veinte euros que cuesta —le contesto sonriendo.

—La mujer me parece autoritaria, incluso un poco tiránica —me comenta—. Como una madre.

Señalo a la pareja.

—Y le da de comer como… su amante. Oh, God! Eso espero.

Me gustan las historias de amor que se salen de lo corriente, que se liberan de los obstáculos y los clichés. ¡Me parece so romantic, so Paris!

—El que pierda invita a la próxima copa de vino —me desafía.

—¿Estás seguro de que vas a ganar?

—Soy profesor de Semiótica. Es el estudio de…

—Los símbolos —lo interrumpo—. Tengo un máster en Comunicación.

Entonces se presenta: Thomas. Cuando le pregunto cómo sabremos quién ha ganado la apuesta, me contesta que tendremos que quedarnos en la terraza hasta que la pareja nos desvele lo más hondo de sus pensamientos. Me parece muy bonito. En cualquier caso, mucho más bonito que: «Quiero ligar contigo». Luego me invita a una copa de vino y empezamos a charlar.

Durante horas.

Le cuento mis desventuras del día en la agencia. Y él me contesta que es hortera llamar hortera a otra persona. Después me cuenta la historia de la cafetería en la que estamos, que no estaba de moda antes de que Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir la frecuentaran.

Sus palabras me hacen bien. ¿Quién sabe? Quizá algún día también yo pueda estar a la moda.

Thomas cree que no soy hortera. No me mira como si fuera una imbécil pueblerina. Una medio idiota. A través de sus ojos me siento divertida e inteligente.

Parisina.

Así que, por todas estas razones, y quizá también porque me siento sola, hago algo que nunca antes había hecho: invitar a un chico a mi casa la primera noche.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.